Visitar el Museo Sorolla de Madrid te deja un sin número de sensaciones. En primer lugar porque entras a un espacio único que fue el hogar de Joaquín Sorolla García y su familia desde 1911. Las colecciones con las obras más destacadas del pintor se distribuyen por toda la casa manteniéndose la decoración casi intacta. Este aspecto no muy común se agradece como visitante porque sin duda disfrutas de esa simbiosis y sientes cierta espontaneidad.
Tanto es así que puedes disfrutar del inmobiliario y objetos presentes desde siempre en la vivienda, es interesante saber que es una de las casas de artista mejor conservadas de Europa.
Las salas van cambiando la exposición de las pinturas, pues el Museo Sorolla emprende también exposiciones temporales y también da espacio a otras instituciones, por lo que la reorganización de las paredes suele ser algo normal.
Su historia
Fue el año 1925 cuando Clotilde García del Castillo la esposa de Sorolla donó al Estado español los “cuadros, apuntes y dibujos” del pintor así como la casa para que se convirtiese en un museo en memoria de su marido. El Estado acepta y lo convierte en “Fundación pedagógico docente de carácter particular Museo Sorolla”.
Fue hasta el año 1983 que el museo se mantiene así hasta que la institución se divide en dos: El Museo Sorolla que depende del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Fundación Museo Sorolla que desde entonces continua vinculada al Museo y funciona regularmente regida por su Patronato.
El jardín
Al llegar al museo te llevas una agradable sorpresa pues para el ingreso hay que atravesar un hermoso Jardín de inspiración andaluza que está dividido en tres espacios: el primero creado a inspiración del Jardín de Troya del Alcázar de Sevilla.
El segundo se inspira en el Generalife granadino, y es de estilo neoárabe. Este lugar es muy agradable y logra trasladarte a Andalucía.
El tercer jardín cuenta con la “fuente de las confidencias” una bella escultura y una pérgola donde el pintor se sentaba junto a su familia. Tanto las fuentes como la vegetación logran hacer de este lugar un espacio muy especial dentro de esta gran ciudad.
Las salas
El Museo Sorolla organiza las obras del autor por diferentes salas, es así como la I,II y III fueron los estudios del pintor. Sus paredes pintadas de rojo oscuro se conservan tal como era la vivienda, y obviamente llama tu atención.
En la sala I estaba un taller del artista y servía para almacenar marcos y lienzos. Hoy es el espacio de bienvenida a sus obras y muestra la evolución de su estilo.
En la sala II que era el despacho del pintor, Sorolla recibía a los clientes y era una galería para exponer sus últimas obras conservando la ambientación original. El sofá que ahí se encuentra mantiene el tapiz de antaño. Esta sala es muy especial pues logra transportarte a la época del pintor, e incluso te lo puedes imaginar estando por ahí.
Por otra parte en sus paredes cuelgan retratos familiares tanto de su esposa Clotilde como de sus hijos María, Joaquín y Elena.
La sala III en tanto era el estudio de Sorolla, es muy emotivo estar aquí ya que todavía hay utensilios del pintor como pinceles, paletas o caballetes, es como si el tiempo se detuviera, pues hay una huella muy vivida del artista. En esta sala se encuentran algunas de las obras más conocidas del pintor como “Paseo a orillas del mar”.
El salón
Tras pasar por estas tres salas pasas deberás trasladarte a la zona doméstica de la vivienda donde te encontrarás con antigüedades, pavimentos de mármol, columnas, ventanales que dan hacia el jardín y que permiten ver el patio andaluz, donde destaca una rotonda acristalada con vista al jardín.
Sala IV, V, V, VII
Al subir por la escalera principal de la casa que se encuentra entre el estudio del pintor y el salón podrás acceder a la segunda planta de la casa, en la cual se encontraba el ámbito privado de la familia, pues estaba destinada a los dormitorios y estancias familiares. Fue a partir de la creación del Museo, entre 1932 y 1945 que se realizaron distintas remodelaciones de estos espacios para convertirlos en salas de exposición, que hoy son temporales.
Por estos días puedes visitar la exposición temporal “Sorolla en su paraíso”, exposición que pretende ofrecer un retrato fotográfico de Joaquín Sorolla y de su universo creativo y personal. Puedes visitarla hasta el 21 de enero de 2018.
Patio Andaluz
En este patio cuadrangular se distribuyen tres galerías abiertas por arcos y columnas, y un cuarto muro cerrado con ventanas los que en la actualidad funcionan como taquilla y tienda de museo. Este espacio daba luz al estudio del pintor (sala III) y el salón de la casa.
Dado que todas las galerías del patio están decoradas, en ellas podrás disfrutar de hermosas cerámicas que formaban parte de la colección personal de Joaquín Sorolla.
Antecomedor y comedor
En la casa podrás ver además un comedor y antecomedor bastante particulares donde también hay mobiliario y elementos decorativos, donde el mármol tiene un papel preponderante. Destacan las guirnaldas de fruta con los retratos de su mujer y de sus hijas que Joaquín Sorolla pintó para decorar el comedor.
Sin duda un lugar apasionante que logra mantener el espíritu del pintor, que se atrevió a pintar al aire libre y que hizo del viento y la luz interesantes musas de inspiración. Con una mirada potente Sorolla destaca entre los pintores más importantes de España y es por este y todos los otros motivos que te hemos dado que te recomendamos visitar este museo en caso de que no hayas ido aún o estuvieras pronto a hacerlo.
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Dirección: Paseo del General Martínez Campos, 3. Entradas: General 3 euros / reducida 1,50 euros. Entrada gratuita sábados y domingo desde las 14:00 horas
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Preciosa casa y jardines , que te transportan a esos años. Espero que siempre se mantenga así.
Así lo esperamos, la verdad es que es un lugar increíble.
Gracias por comentar.